Calefacción en Granada
Emisores
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En las instalaciones de climatización y especialmente en las de calefacción, un emisor es un dispositivo (un intercambiador) que emite calor, cediéndolo al ambiente habitado.
El emisor más conocido es el radiador, pero también son emisores los convectores y el suelo radiante.
En el caso de los radiadores, la temperatura del emisor prácticamente coincide con la del fluido caloportador. Por lo tanto, la regulación de los radiadores (potencia que proporcionan) puede hacerse cambiando la temperatura del caloportador o variando el caudal que los atraviesa.
En el caso del suelo radiante, la temperatura de emisión ha de ser relativamente baja. Una temperatura superior a 29 ºC puede causar dolencias en las piernas de los usuarios. Dado que las tuberías van a cierta profundidad bajo el suelo y llevan cierta separación entre ellas, la temperatura del fluido caloportador es más alta que la superficial; al distribuirse el calor por la masa de obra que envuelve las tuberías, baja la temperatura; en cualquier caso, la del fluido caloportador no debe superar los 55 ºC y la de la superficie los 28…29 ºC. La regulación del suelo radiante se hace mediante la temperatura del fluido caloportador, que, a su vez, variará la temperatura del suelo.
Suelo radiante
Se denomina suelo radiante al sistema de calefacción que emplea el suelo de un local como emisor de calor. Dada la extensión superficial del emisor se emplean bajas temperaturas, porque la emisión depende de la diferencia de temperaturas entre el emisor y el ambiente y de la superficie del emisor (a mayor superficie de emisión será necesaria una diferencia de temperaturas menor). Algunas normativas limitan esta temperatura del suelo a 28 o 29 ºC.
La gran ventaja de este sistema de calentamiento es que incide sobre la temperatura resultante, en la que intervienen la temperatura radiante media y la temperatura seca del aire, de modo que, en este caso, al haber una temperatura radiante media más alta, puede bajarse la temperatura seca del aire dos o tres grados, disminuyendo en esa medida las pérdidas de calor del local hacia el exterior, sin disminuir las prestaciones en cuanto a comodidad térmica (sensación térmica). Es un sistema que produce movimientos reducidos del aire, dada la baja temperatura de emisión y la extensión del emisor, y conviene por ello en locales de techos altos, evitando en gran parte el problema de la estratificación térmica del aire, que acumularía el aire caliente en la parte superior del local, lejos de la zona ocupada.
En el suelo radiante, la temperatura a la que el agua fluye por su interior es moderada, de 35 a 45 ºC, a diferencia de los 70-90 ºC del sistema que utiliza radiadores, por lo que podría usarse con colectores solares, sin necesidad de calentador de apoyo.
Los elementos que componen el sistema son:
- Tubo de plástico o multicapa. Es un tubo de polietileno de alta densidad, reticulado por radiación de electrones. Las técnicas puestas en servicio para la fabricación aseguran una gran regularidad dimensional (diámetro y espesor de las paredes). Por las mejores características en cuanto a resistencia mecánica y térmica, la tubería multicapa es la mejor opción para la realización de estos circuitos.
- Placas de aislamiento. Suelen hacerse de poliestireno expandido, a veces elastificado, y sirven para evitar que el calor se difunda hacia el piso inferior.
- Aislamiento periférico. Es conveniente separar mecánica y fónicamente la placa base del suelo radiante de los tabiques. Esto se consigue mediante el aislamiento periférico, constituido por unas tiras de poliestireno expandido.
- Fijación de los tubos. Para sujetar el tubo a las placas de aislamiento, en ciertas patentes, la fijación se hace mediante tetones que forman parte de las placas de aislante térmico y sujetan adecuadamente hasta que los tubos queden empotrados en la capa de mortero que los recubrirá. También se utilizan unas grapas autoperforantes que, clavadas sobre los tacos-guía en las zonas curvas del tubo, impiden que este se desplace de su posición.
- Conjuntos de distribución. Los diferentes circuitos formados por los tubos van unidos a un colector de ida y otro de retorno. Para un correcto funcionamiento de los circuitos, los extremos de las tuberías deben estar situados en un nivel más alto que el de su recorrido, para conseguir un buen purgado del aire que pueda introducirse en ellas, por lo que estos colectores, en los que estará el purgador, deben ir alojados en un armario colector en un muro. En los colectores, además, se situarán las llaves de regulación y equilibrado de los circuitos. Estos conjuntos de distribución estarán conectados a la caldera por medio de una red bitubular (tuberías de ida y de retorno), semejante a las que alimentan la calefacción por radiadores.
- Mortero. Normalmente autonivelantes de anhidrita o cemento. La fluidez de estos morteros evita que se generen burbujas de aire (que son aislantes térmicas) y facilitan la distribución del calor.
- Solado. Como se ha dicho, es conveniente que no sea aislante térmico. Puede ser de baldosa hidráulica, baldosa cerámica o diversos tipos de piedra (mármol, granito, pizarra, …).
Radiadores
Un radiador es un aparato cuyo objetivo es transferir el calor que ha recibido de un fluido caloportador al ambiente de un local, mediante convección y radiación. Existe un gran número de tipos de construcción que difieren, tanto en el modelo (radiador, panel, convector), como en el material de que están construidos (hierro fundido, chapa, aluminio) y desde luego, en el rendimiento.
Los radiadores por elementos son el tipo de radiador más extendido. Se componen de elementos iguales que se unen entre sí mediante manguitos roscados derecha-izquierda hasta formar la potencia deseada. Los hay de diferentes dimensiones en altura y profundidad. Inicialmente fueron de hierro fundido, cuya principal ventaja es la resistencia a la corrosión. En la actualidad se han impuesto los de aluminio, más ligeros y de mayor potencia para un mismo tamaño, gracias a que permiten más superficie por elemento.
Los radiadores pueden instalarse de dos formas:
Sistema monotubo
En el sistema monotubo, los radiadores se conectan en serie. Los radiadores con la tubería, forman un anillo que parte de la caldera, une cada radiador con el siguiente y vuelve a la caldera. Si todo el caudal del bucle pasa por cada radiador y se utilizan válvulas convencionales, el cierre de un radiador pararía la circulación en todos ellos. Por esta razón, cada válvula monotubo está provista de un baipás que permite la circulación en el bucle, aun cuando se hayan cerrado uno o todos los radiadores del mismo.
Sistema bitubo
En este caso los radiadores se instalan en derivación o paralelo. Una tubería de ida parte de la caldera y va dando entrada a todos los radiadores, cuyas salidas son recogidas por otra tubería, que retorna el caudal a la caldera. En este tipo de instalación, cada radiador dispone de una válvula de entrada, generalmente por la parte superior, denominada de reglaje, y otra a la salida por la parte inferior, denominada detentor. Por cada radiador deberá circular un caudal igual a su potencia dividida por el salto térmico elegido. El caudal total de la instalación, que deberá suministrar la bomba de circulación, será la suma de los caudales por cada radiador.
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